Como bien sabéis nos encanta el fútbol y las mascotas, y nos apasionan las historias que relacionan ambos temas. Una de estas historias curiosas nos transporta al Londres de 1966. Estaba todo preparándose para el Mundial que se disputaría en Inglaterra, cuando algo horrible sucedió: El trofeo, conocido entonces como Trofeo Jules Rimet, fue robado de una exposición en la capital inglesa.
Unos días más tarde un perro llamado Pickles lo descubrió entre unos arbustos de un jardín, frente a la casa de un barrio del sur de Londres.
Según se explica en el diario digital Libertaddigital.com, “mientras era mostrado en el salón principal de la iglesia metodista de Westminster, el trofeo fue robado. De nada sirvió que cinco guardias lo estuvieran custodiando. En un momento de despiste, los ladrones forzaron las puertas traseras y se llevaron el preciado trofeo.” Todo ello sucedía cuando sólo faltaban 3 meses para el inicio del evento. Cientos de policías se pusieron a trabajar en el caso y hasta se decidió fabricar una réplica por si el trofeo no aparecía. Los ladrones se pusieron en contacto con la federación y exigieron un pago a cambio de devolver el trofeo, pero al ir hacer el intercambio las cosas no salieron bien. Pudieron detener a uno de los ladrones pero no dió ninguna pista sobre el paradero de la copa.
8 días más tarde, nuestro protagonista, Pickles, paseando por un descampado de Norwood junto a su dueño, se dirigió a unos arbusto dónde estaba medio enterrado el trofeo que toda Inglaterra andaba buscando. Al dirigirse a la comisaría, la policía capturó al dueño como presunto autor del robo porque no se creían la historia pero finalmente le creyeron.
Al final aquel perro y su dueño fueron héroes nacionales.
Leer noticias sobre el tema:
Puedes consultar más información sobre ese mundial en la página de la UEFA:http://es.fifa.com/worldcup/archive/edition=26/overview.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario